
Bobby , se llama mi cachorro
que lindo y tierno, mi Bobby.
Me has encontrado llorando por un juguete roto,
negación fue mi actitud al verte,
¡Saleee!, perro feo, no me ladres no ves
que mi pequeño autito, fue destrozado por los
vándalos de mi frustrada población.
¿Que quieres de mi?,
¿Porque me ladras de esa manera?
¡No me lengüetees!
Ya basta! – grito y rio como un tonto –, ¿Sabes?
tus ojitos son brillantes y grandes como los míos,
desde ahora serás mi mejor amigo.
¡Mamáaaaaaa!
te presento a mi amigo!
a poco no es lindo?
te parece que lo adoptes como mi hermanito?
Di que si, por favor, si?...
Bobby lleva 11 años conmigo,
sus ojitos ya son opacos,
¡Mi viejo y querido amigo!
Siento que me quieres decir algo con tus gestos,
¿Qué pasa?, ¿Te duele algo?.
Bobby!! , por que no ladras, por que no me das tus caricias?
te veo inerte, por que me dejas?
hemos prometido vivir juntos por siempre.
Ya han pasado 3 años de tu partida, ahora tengo
un nuevo cachorro a quien cuidar, le doy todo
lo que te di a ti, cuando tan solo éramos unos niños,
a los siete años te encontré, a los dieciocho
te perdí, siempre fui ciego, pero el viento me ha contado
que tú siempre me has cuidado.